Con el fin de evitar errores a la hora de encargar un emparrillado, recordamos que se familiarice con los siguientes conceptos básicos, que le ayudarán a conocer un poco más cómo se construye una rejilla, y a nosotros nos facilitará el identificar el modelo concreto que nos solicita.
El emparrillado es una superficie estable creada a partir de pletinas, denominadas portantes, colocadas paralelamente en posición vertical, separadas entre ellas a una distancia determinada; las barras separadoras o varillas encajan, perpendicularmente, a presión o mediante soldadura, en las ranuras que las portantes tienen a tal efecto. Se conoce como malla a la celda formada por la distancia de unión de dos pletinas portantes y dos barras separadoras. El entramado es posteriormente recercado del perfil perimetral, rematando la pieza.
Este sistema permite crear plataformas con hasta un 90% de luz libre, obteniendo con ello superficies ligeras, estables y resistentes, con unos costes mucho más reducidos que otros materiales. Podemos fabricar emparrillados ligeros para puertas, fachadas y falsos techos, con efectos decorativos, del mismo modo que disponemos de materiales de alta resistencia para paso de vehículos especiales de más de 90TM.
Las pletinas portantes son barras de acero plano, que soportan la carga una vez ensamblado el emparrillado. Los encajes realizados en ella vendrán determinados por la distancia de malla y el componente separador. Pueden procesarse con el canto liso o con dentado antideslizante.
Las pletinas o varillas separadoras delimitan la malla transversalmente y mantienen paralelas las pletinas portantes de forma homogénea, además de transmitir la carga entre ellas. Las pletinas separadoras pueden ejecutarse lisas o dentadas antideslizantes, y las varillas pueden ser lisas o entregiradas.
El marco perimetral es un perfil soldado directamente contra las pletinas que circunscribe y mantiene la escuadra de la rejilla y distribuye la carga a los apoyos.
Los peldaños para escalera habitualmente incorporan una puntera antideslizante que consiste en una chapa plegada con perfil rayado o perforado abocardado para incrementar la seguridad y evitar las caídas por deslizamiento. Opcionalmente, bajo pedido, pueden incorporarse en rejillas para rellanos.
Opcionalmente, en cumplimiento de la normativa vigente en materia de seguridad, podemos incorporar a nuestras rejillas de malla de 30mm un fleje troquelado con perforaciones de 8x8mm, que evita la caída de objetos a través de la rejilla y reduce los vértigos en instalaciones en altura.
Las dimensiones de la rejilla han de reflejar las medidas a cubrir, descontando las tolerancias de montaje, así como los elementos de fijación que deba soldar sobre la rejilla (patas, bisagras, etc.). Tenga en cuenta que fabricamos a la medida indicada, y la tolerancia es mínima. Una vez claras las medidas, debe tener en cuenta cómo especifica las medidas (ancho x largo):
Importante: concrete la dirección de las pletinas portantes. Si la rejilla se construye con la portante a la inversa, no soportaría la carga deseada. De no especificarnos cual es la portante, tomaremos por defecto la primera medida.
La malla es la cuadrícula resultante de unir las portantes con los separadores. Nuestro sistema de producción nos permite fabricar cualquier malla. Sin embargo, disponemos de mallas preestablecidas para optimizar nuestros precios y plazos de suministro. Debe tener en cuenta que trabajamos con distancias entre ejes (A x B) y que la luz neta (a x b) estará condicionada por el espesor de las pletinas. Es importante, sobre todo en las mallas rectangulares, que indique la malla correctamente para que la orientación de la misma sea la correcta: A x B, donde A es la separación entre pletinas portantes, y B es la separación entre separadoras.
Va soldado directamente contra las pletinas portantes y separadoras, circunscribe y mantiene la escuadra de la rejilla y distribuye la carga a los apoyos. Dicho perfil puede ser pletina, ángulo, tubo o cualquier otro perfil comercial. La pletina utilizada suele ser del mismo espesor que las pletinas portantes o superior. También se puede disponer el marco para elevar la rejilla a la altura deseada de modo de rodapié. Es posible incluir patas de agarre para anclaje a hormigón. En aquellos casos donde la altura de la pletina está limitada, podemos realizar encajes en las portantes adecuados a la altura necesaria, o soldar marcos en forma de Z, sin restar resistencia a la pieza.
En aquellos casos donde el emparrillado debe soportar una carga concreta, es imprescindible entender cómo coincide la carga sobre el emparrillado, y disponer de la información necesaria acerca del tipo de tráfico, del tipo de vehículo, del peso máximo que se puede transportar. y como se transmite la carga contra el pavimento. Estos datos nos permitirán calcular el tipo de emparrilado adecuado, sin sobredimensionar el material, y evitando los riesgos innecesarios de utilizar emparrillados que puedan ser inadecuados.
La carga es una fuerza de presión aplicada sobre un pavimento. Dicha carga puede aplicarse de forma uniformemente repartida en la superficie de la rejilla, o bien concentrada en un único punto. Habitualmente, la carga uniformemente repartida se indica en KG o kN por m2, mientras que la carga concentrada se especifica por KG o kN en un punto.
Los factores que inciden al determinar la carga son:
Este sistema permite crear plataformas con hasta un 90% de luz libre, obteniendo con ello superficies ligeras, estables y resistentes, con unos costes mucho más reducidos que otros materiales. Podemos fabricar emparrillados ligeros para puertas, fachadas y falsos techos, con efectos decorativos, del mismo modo que disponemos de materiales de alta resistencia para paso de vehículos especiales de más de 90TM.
La distancia entre apoyos influye directamente en la carga que soportará la rejilla, así como en la flecha máxima. Evidentemente, a mayor distancia entre apoyos, menor carga puntual y repartida soportará el emparrillado. Debe tener en cuenta que la carga disminuye en progresión geométrica cuanto mayor es la distancia entre los apoyos. Como habitualmente desconocemos el tipo de perfil o estructura sobre el cual se van a colocar nuestros emparrillados, el estudio de cargas se realiza siempre considerando la luz libre entre los mismos, estandarizando el cálculo. Sin embargo, es recomendable tener en consideración que la base de apoyo de la rejilla (parte que descansa directamente sobre la estructura) sea como mínimo una longitud igual a la altura de la pletina portante.
La carga concentrada es la resistencia a la que se somete un emparrillado en un punto determinado de la rejilla. Dicho punto es habitualmente llamado huella, ya que es la superficie de contacto contra el pavimento que ofrecen las ruedas de los vehículos, patas de maquinaria, o bien peatones individuales. Normalmente, para el cálculo de cargas concentradas se toma como referencia una huella de 200x200mm, pudiéndose calcular la carga para huellas más reducidas, como es el caso de las ruedas de goma (160x160mm), o para huellas mayores, como de los camiones ligeros (200x400mm) o bien la doble rueda de un remolque de trailer (250x600mm). Ante cualquier duda diríjase a nuestras tablas de carga por modelo, o bien contacte con nuestro departamento técnico, que le estudiará su caso individualmente y le asesorará en el tipo de rejilla idóneo así como de los apoyos a instalar.
Es la resistencia a la que se somete un emparrillado de forma homogénea por toda la superficie. En este caso, se considera toda la superficie del emparrillado como superficie contacto, como suele ser en el caso de estanterías, altillos o entreplantas, así como emparrillados para tráfico peatonal.
La flecha es la desviación o curvatura, expresada en milímetros, que sufre el emparrillado al ser sometido a cargas. Cabe tener en cuenta que las características mecánicas de las materias primas y el sistema de ensamblaje de los emparrillados siempre confieren una cierta elasticidad a los paneles, incrementando con ello el punto de rotura al someterlos a cargas concentradas o uniformemente repartidas. A pesar de ello, la flecha establece diferentes factores de seguridad que se recomienda no sobrepasar en función del uso previsto, y en ningún caso se recomienda una flecha mayor a 1/200 la luz entre apoyos.
La rejilla para tránsito peatonal es aquella para la cual, en una determinada distancia entre apoyos,reúne los siguientes requisitos:
La mayoría de las rejillas que no cumplen con las especificaciones de tráfico peatonal se consideran aptas exclusivamente para carga de nieve (100 kg/m2). En cualquier caso, si necesita una carga determinada para un emparrillado, nuestros técnicos validarán el modelo seleccionado o le recomendarán el adecuado, así como la disposición de los apoyos recomendados.
Con el fin de facilitarle la identificación de las cargas requeridas, a continuación le detallamos las tablas genéricas clasificadas en función del uso, tipo de vehículo y peso a soportar. Para realizarle el cálculo, bastará que nos indique cualquiera de los datos contenidos en las tablas. De igual modo, disponemos de información para realizar cálculos específicos para cargas especiales, desde maquinaria y vehículos industriales hasta aviones.
| Clase de Carga | Uso | Carga concentrada por: | Huella (mm.) |
|---|---|---|---|
| 1 | Peatonal | 600 | 1000 x 1000 |
| 2 | Vehículos ligeros < 3000 | 1000 | 200 x 200 |
| 3 | Camiones ligeros < 6000 | 3000 | 400 x 200 |
| 4 | Camiones pesados, trailers y vehículos < 45000 | 9000 | 600 x 250 |
| Clase de Carga | Masa en vacío (kg.) | Peso de la carga (kg.) | Carga dinámica sobre huella con: (kg.) | Huella (mm.) |
|---|---|---|---|---|
| 1 | 2000 | 1000 | 2600 | 150 x 130 |
| 2 | 3000 | 1500 | 4000 | 175 x 150 |
| 3 | 4500 | 2500 | 6300 | 200 x 200 |
| 4 | 6000 | 4000 | 9000 | 300 x 200 |
| 5 | 9000 | 6000 | 14000 | 375 x 200 |
| 6 | 11000 | 8000 | 17000 | 450 x 200 |
Nuestros emparrillados están bajo una política exigente de calidad, y es por ello que las materias primas utilizadas responden a unas calidades muy específicas en cuanto a composición química, dureza y características mecánicas. Ello nos permite garantizar nuestro sistema de producción bajo los estándares de la norma ISO 9001. A continuación les describimos las calidades de los materiales más habituales y sus propiedades particulares:
La aleación 316 es un acero inoxidable austenítico de uso general. Es esencialmente no magnético en estado recocido y sólo puede endurecerse en frío. Se añade molibdeno para aumentar la resistencia a la corrosión especialmente en entornos que contienen cloruros. El bajo contenido en carbono de la aleación 316L otorga una mejor resistencia a la corrosión en estructuras soldadas. Al igual que para el fleje en AISI 304, utilizamos materiales de laminación en frío, decapado 2B
Aluminio de elevada pureza comercial, con excelente resistencia a la corrosión y buena conductividad térmica y eléctrica. Dureza: H18
El acero inoxidable aleación AISI 304 es un acero inoxidable austenítico de uso general. Es esencialmente no magnético en estado recocido y sólo puede endurecerse en frío. Su bajo contenido en carbono otorga una mejor resistencia a la corrosión en estructuras soldadas. Nuestro proceso de fabricación utiliza, por norma general, fleje de laminación en frío, con terminación 2B
Utilizamos fleje de hierro calidad DD11 – S235JR, apto para plegado, perforación y embutición ligera, con las siguientes características:
Con el fin de mejorar las características del producto, podemos aplicar varios tratamientos superficiales que confieren a nuestras rejillas las propiedades que requieren de acuerdo con el uso al que serán destinadas, tales como recubrimientos anticorrosivos o pulidos para ambientes antisépticos, así como un aspecto visual mejorado orientado al uso decorativo de los emparrillados.
La galvanización en caliente es un procedimiento para recubrir piezas terminadas de hierro/acero mediante su inmersión en un crisol de zinc fundido a 450 ºC. Tiene como principal objetivo evitar la oxidación y corrosión que la humedad y la contaminación ambiental pueden ocasionar sobre el hierro. Este tratamiento se ha ido afianzando como el procedimiento más fiable y económico de protección del hierro contra la corrosión, con una durabilidad media de 10 años en condiciones normales. Nuestro galvanizado se ejecuta de acuerdo a lo establecido en la norma UNE EN ISO 1461.
El decapado es un tratamiento químico, realizado por inmersión de los materiales, por un cierto espacio de tiempo, en ácidos fuertes, que actúan sobre la superficie del acero inoxidable, eliminando impurezas, grasas, contaminación y manchas producidas por las soldaduras y la manipulación durante el proceso de fabricación. Con el decapado químico se consiguen emparrillados de un aspecto satinado/mate homogéneo y una superficie limpia y pasivada, con la máxima protección anti-corrosiva propia del acero inoxidable..
El electropulido es un tratamiento electroquímico por disolución anódica de la superficie del acero inoxidable que da como resultado un emparrillado de acabado brillante y pulido, y mejora las propiedades del mismo material inoxidable: disminución de la rugosidad, uniformidad superficial, ligero desbarbado y eliminación de rebabas y filos propios del fleje y del corte, máxima limpieza y asepsia, pasivación de la superficie. Este acabado es habitualmente requerido en instalaciones alimentarias, químicas y farmacéuticas..
El lacado es un recubrimiento superficial consistente en el desengrasado previo del material a lacar, y la posterior aplicación de pinturas en polvo con base de poliéster termoendurecible con secado al horno, sobre hierro o galvanizado, con acabado mate o brillo. Lacamos nuestros productos bajo pedido, según carta RAL de colores. Existen tratamientos y pinturas específicos para instalaciones en interior o exterior. Consúltenos las diferentes opciones en función de sus necesidades.